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Botánica.. frutos (bayas, pomos, drupa) con la colaboración de Julio Velasco Ordóñez

Botánica... frutos (bayas, pomos, drupa) con la colaboración de Julio Velasco Ordóñez
BOTÁNICA FOTOS Y COMENTARIOS DE Julio Velasco Ordóñez 


FUERON FLORES ... bayas, pomos, drupas...
Se acabó, por este año 2018, la subida de flores ya que la naturaleza dejó de lucirlas en el entorno donde se mueve el fotógrafo y glosador.
Meses de otoño e invierno que servirán para ampliar, en lo posible, los conocimientos de quien sobre ellas escribe.

Quedan en el campo frutos (bayas, pomos, drupas...), que fueron flores, algunos de los cuales se irán publicando en este apartado del “blogs”.


Hoy 20 de noviembre de 2018 iniciamos esta página
Bayas de zubón

Las peculiares flores del “zubón” (como se llama en Asturias al Hypericum androsaemum L.) se publicaron en este “blog” hace ya meses. A principios de septiembre las flores se habían convertido en las llamativas bayas negras que muestra la fotografía.

En el siglo XVIII la semilla –como las hojas y flores- se tenía por “vulneraria, aperitiva, resolutiva, propia para preservar de la malignidad y curar la rabia”.




Frutos de tejo (Taxus baccata L.)

Las flores femeninas del tejo (en bable “texu”) y las masculinas salen en árboles diferentes, es planta dioica. Las mínimas flores femeninas maduran rodeándose en la base de una especie de cúpula carnosa verde que acaba siendo roja.
Todas las partes de “texu” (hojas, corteza, semillas), salvo estas cúpulas rojas, están provistas de un activo veneno, llamado taxina.
Árbol de apreciada madera y relacionado con antiguas religiones hermosos ejemplares crecen al lado de iglesias de Asturias.




Frutos de “xabú”


En Asturias el Sambucus nigra L. recibe los nombres de “xabú” y “benitón”. Una foto con un fragmento de la umbela floral se publicó en este “blogs”.
Llegado octubre, las flores se han transformado en un racimo de apretadas de bayas negras. De estas bayas se extraía un jugo que contiene ácido málico, tanino, proteínas y otros. 
Se utilizó en preparados de botica para tratar a los hidrópicos, ictéricos, gotosos… atribuyéndole virtudes extraordinarias.



Semillas de fresno


Abundante y conocido en Asturias como “fresnu” y “freisnu”, el Fraxinus excelsior L es un árbol de flores nada vistosas. 
Compañero de las cabañas en las majadas, de gran porte, con frondosa copa, madera muy apreciada y hojas que sirven de alimento al ganado a finales del verano y se utilizaban como laxante, contra la gota y el reuma. 
Los frutos, a manera de lengüecitas, son del tipo samara, péndulas y aladas.




Bayas de rusco

Las hojas de esta plantita perenne (Ruscus oculeatus L.), relativamente abundante en suelos calizos de Asturias, son insignificantes, pasando inadvertidas. Lo que tomamos como tales los profanos en botánica son tallos transformados en cuyo centro surgen las pequeñas flores masculinas y femeninas en distintos pies. De las flores femeninas saldrá un fruto en forma de baya globulosa roja que contiene una o dos semillas. Las raíces y rizomas se usaron en medicina como aperitivo y diurético.




Bayas de “mostayal”


A fotografiar las flores de Sorbus aria L. (mostajo), sí que hemos llegado a tiempo y las hemos ofrecido en este “blogs”.
Mediado octubre, las flores se han transformado en un espectáculo de abundantes bayas que pasan del verde al naranja y luego son rojas.
En algunos lugares de estos frutos se hacen mermeladas. 
Las semillas las dispersan los pájaros que se alimentan de las bayas.




Bayas de arfueyu


Conocido en las aldeas de Asturias por el original lugar de crecimiento y por las cualidades pegajosas de sus frutos, el “arfueyu” o “liga”, en castellano muérdago (Viscum album L.), parasita manzanos, perales, álamos, acacias… favorecido ahora por el abandono de pomaradas y montes.

Hay arfueyos machos y hembras, estos últimos dan el fruto, una baya del tamaño de un guisante, cuando maduras de color blanquecino, con una pulpa viscosa y una sola semilla.


Fruto: “Esferillas” del plátano de sombra


El redactor cree que los frutos de la imágene pertenece al Platanus hybrida Brot, ya que las cabezuelas de largos pedúnculos se disponían en grupos de dos, como dice O. Polunin que hace la especie citada.

La imprevista nevada de finales de octubre en el Valle del Nalón (Asturias) desgajó varias ramas de un frondoso árbol y expuso a la observación de los paseantes curiosos las originales esferillas.



Frutos de rosal

Del muy frecuente rosal silvestre o escaramujo, (Rosa canina L.) hay fotografía en la serie dedicada a las flores. Este arbusto fructifica en una especie de pequeña peonza roja que se llama “tapaculos” en algunos lugares de Asturias.

Los frutos contienen materia colorante, diversos ácidos orgánicos, azúcares, vitamina C… Se utilizaron, tanto el conjunto como las semillas, en tratamientos antidiarreicos y se creía que la ingesta de escaramujos enteros expulsaba la solitaria.



Bayas de dulcamara



En Asturias, las pequeñas flores púrpuras y amarillas de la dulcamara (Solanum dulcamara L.) ya hace meses que se han transformado en unos frutos rojos como de un centímetro. Estas bayas contienen solanina y son venenosas.

Font Quer escribe que “para calmar el dolor producido por la picadura de las avispas, se recomienda restregarla con los frutos de la dulcamara”.



Bayas de aligustre


Los arbóreos aligustres (Ligustrum lucidum W. T. Aiton) del apeadero ferroviario de Blimea (Asturias), plantados cuando se creó la estación, lucen estos últimos días de noviembre sus apretadas racimos de bayas globulosas, negras, amargas y tóxicas entre la fronda lustrosa de las hojas.


El zumo de estos frutos se usó para limpiar y encorar las llagas sucias y de mal aspecto.


Frutos de castaño

Árbol dominante en Asturias hasta los 500 msnm es el castaño (Castanea sativa Miller). Muy útil, tanto por su excelente madera como por las castañas, que fueron alimento principal de los campesinos hasta bien afianzada la industrialización.
Su fruto se encuentra protegido por una coraza espinosa (el “oriciu”) y el cultivo y aprovechamiento dio lugar a una compleja cultura de recogida, herramientas, almacenamiento… y de preparación y consumo.
Hoy muchísimos castañeos están enfermos y la recolección y comercialización de castañas en la región es ínfima.



Bayas de pasionaria

Hace unos meses en esta “revistilla” se publicó la vistosa flor de la pasionaria (Passiflora caerulea L.).
A mediados de noviembre la mata seguía luciendo flores, pero esta vez acompañadas de las amarillas bayas ovoides contenedoras de numerosas semillas, alimento de aves que ayudan a su dispersión.

Por supuesto, estos frutos se tienen por medicinales, además, dicen, se usan en preparaciones culinarias y bebidas.



Semillas de pláganu (arce)


No se llegaron a fotografiar las flores amarillas y colgantes del “plátanu”, “pláganu”, “prádanu”…, como se conoce en Asturias al arce (Acer pseudoplatanus L.).
Los frutos, que fueron verdes matizados de rojo, se hacen pardos cuando llega la madurez, poseen un par de alas con ángulos casi rectos que ayuda a la dispersión.

Tiene uso su madera en tornería y antiguamente era apreciada para fabricar madreñas.


Frutos de espinera

Abundante en los campos de Asturias la Crataegus monogyna Jacq. es arbusto o árbol de pequeño porte que se ve en Asturias en las sebes (setos), pastizales y bosques.
Sus perfumadas flores blancas, que no pudimos fotografiar, tienen apreciado uso en el tratamiento de la tensión arterial, recomendadas contra la arterioesclerosis y la angina de pecho.

Ofrecía a comienzos del otoño abundantes frutos rojos que serán alimento de un buen número de animales, sobre todo aves.


Bayas de arándano

Poblador de suelos muy ácidos, las matas bajas del arándano (Vaccinium myrtillus L.) crecen abundante en bosques y brezales de las montañas de Asturias.
Su fruto es una baya que no llega al centímetro de diámetro, redondeada con una coronita en el alto. Ya madura toma color negro azulado, sabor agradable agridulce y es rica en vitamina C. Tiene uso medicinal como antiséptica y antidiabética.
Variedades robustas que dan frutos grandes se han plantado para su comercialización, tanto del consumo de los frutos como para su elaboración en confituras.

Madreselva (Lonicera periclymenum L.)


De esta liana robusta y leñosa, abundante en Asturias, sí que fotografiamos las olorosas flores y por “ahí” estarán “colgadas”.

Sus frutos globulares, agrupados en grupos densos, contienen varias semillas y son levemente venenosas, si se consumen en abundancia pueden producir vómitos y diarreas.





Frutos de estramonio

En el mes de octubre se fotografiaron las flores del estramonio (Datura stramonium L.) en una planta y en otra se sacó la imagen de su fruto. Éste es una cápsula ovoide erizada de espinas, del tamaño de una nuez, erguida sobre un pie, con cuatro valvas que se abren por la parte superior y color verde que se transforma en pardo cuando madura.

Las semillas son pequeñas y arriñonadas, conservan su capacidad germinativa muchos años y, como el resto de la planta, están provistas de un poderoso neurotóxico muy peligroso aun en pequeñas cantidades.


Cápsula de “espátula fétida”


Al lirio hediondo (Iris foetidissima L.), llamado también “espadaña”, no le hemos llegado a fotografiar las flores.
La matita de los frutos crecía en compañía de otras en el concejo de Laviana (Asturias), sobre un roquedo calizo casi plano, con suelo rico en el que habían talado árboles.
Dentro de las cápsulas alargadas y angulosas que se abren en valvas, llamaban la atención sus semillas grandes, apretadas, rugosas y de color naranja.
Es planta venenosa para el ganado.



“Legumbres” de catalpa



Las abundante, hermosas y acampanadas flores de la exótica catalpa (Catalpa bignonoides Walter) se han transformado, avanzado el otoño, en alargados “alfanjes”, ayer verdes y hoy pardos.

Parecen girones de ropas, despojos que no llegarán a tener semillas fértiles, colgados en grupos de las ramas que van perdiendo sus hojas, ofreciendo una extraña imagen.


Frutos de “tomatitos del diablo”



A principios de diciembre aún se podían observar en Asturias las pequeñas flores de la hierba mora (Solanum nigrum L.), en los bordes de algunos sendas, en suelos nitrogenados y abandonados de cultivo.

Mientras, otras plantas hacía un par de meses que mostraban las bayas ya maduras. Unas bayas que contienen solanina, son venenosas y sobre las que los niños de aldea fuimos instruidos en no consumir a pesar de su atractivo aspecto.


Frutos de enebro


No existen flores dignas de tal nombre en el enebro (Juniperus conmunis L.), pero si tiene unas patentes bayas.
En el mes de octubre se sacaron en la montaña de Asturias estas fotos de sus pequeños y, este año, escasos frutos, que primero son verdes y luego negro-azulados.
Las bayas se usan para aromatizar las ginebras, como condimento y para extraer un aceite.

En medicina funcionan como “…sudorífero, cefálico y antihistérico…”

Fruto de endrino

En castellano el Prunus spinosa L. se le dice endrino, bruno, bruño, arañón…, en asturiano recibe el nombre de “prunu” y en vasco tiene el apelativo de “patxarán”, que hizo muy conocido un licor macerado con estos frutos ácidos y ásperos, cuando maduros de color azul muy oscuro, este año escasos y que fueron usados en la antigüedad como astringentes y laxantes.

El arbusto crece en lugares montuosos y hemos llegado tarde a fotografiar sus blancas flores.



Bayas de serbal


Es árbol el serbal (Sorbus aucuparia L.; en asturiano “capurriu”, “alcafresnu”, “argumenu”…) que se viene utilizando en los últimos decenios como ornamental en zonas urbanas, posiblemente por lo llamativo de sus frutos globulares de color escarlata o amarillo rojizo. Mas su medio natural es el bosque. 

La madera tiene empleo en trabajos de tornería y Oleg Polunin cuenta que las bayas “se usan para hacer conservas y, fermentado, para bebidas alcohólicas”.


Bayas de aro


Hemos llegado tarde a fotografiar la floración del aro (Arum italicum Millar) -llamado en Asturias “pan de culiebra”- que se produce antes de S. Juan, y ofrecemos sus bayas, atractivas bolitas rojas. 
A los niños de las aldeas asturianas se nos prohibió probarlas, junto con las de la “nueda” (Tamus communis L.) y la dulcamara, por su toxicidad.

El tubérculo fue utilizado en medicina como expectorante y para obtener almidón.


Frutos de laurel

Ni las flores masculinas ni las femeninas del laurel (Laurus nobilis L.), poco vistosas ambas, han sido publicadas en este “blogs”. Sí se presentan ahora sus llamativos frutos, unas bayas que comienzan siendo verdes para tornarse negras brillantes, como las fotografiadas en un “laurel hembra” a mediados de diciembre en Sobrescobio (Asturias) y que, por su forma y tamaño, recuerdan a las conocidas aceitunas negras.

Estos frutos son ricos en diversos ácidos (grasos, oleico, linoleico…) y se usaron para tratar enfermedades.


Semillas de “bilortu”



Cada flor de la clemátide (Clematis vitalba L.), llamada en Asturias “bilortu”, da numerosos frutos lenticulares y secos con una colita vellosa y se muestran en cabezuelas apretadas, bien visibles, de color gris; cubiertos de unos pelos plumosos. Las hojas y los tallos delgados de esta planta fueron material para iniciarse en el hábito de fumar y sus ramas sustitutos en la aldeas de las escasas cuerdas.





Frutos de gayuba

No ha visto el redactor muchas matas de gayuba (Arctostaphylos uva-ursi L.), quizá porque le han pasado desapercibidas. La baya de la foto fue localizada en la vertiente occidental del Pico Recacabiello (Acebedo, León) en un claro de bosque, entrado octubre y con poco fruto, fruto que es comestible.

Las hojas se usan en medicina contra las infecciones, de la vejiga, en veterinaria para tratar la mastitis y también para curtir y teñir.




Frutos de bonetero


Se llegó tarde a retratar la flor del bonetero (Euonymus europaeus L.), arbusto relativamente abundante en la parte de Asturias donde vive el redactor, pero a tiempo para hacerlo en octubre con sus frutos que presentan cuatro segmentos bien marcados en sus caras.

Tanto éstos como las hojas y la corteza son tóxicos, produciendo su consumo cólicos, diarreas, desfallecimientos, convulsiones que pueden acabar con la muerte. A pesar de los riesgos, se usó en medicina como purgante.



Frutos de hiedra


En el mes de octubre fotografiamos en Asturias las flores de la sarmentosa “hedra” (hiedra, Hedera helix L.), ahora transformadas en unas bayas verdes que madurarán en negro a finales del invierno.
Son tóxicas, irritantes y vesicantes; mortales para los humanos y para muchos animales, aunque a algunas aves les sirva de alimento.
Estos frutos tuvieron extensos usos en medicina como purgativos, vomitivos, vasodilatadores (y vasoconstrictores, en función de la dosis)… De los granos se extrajo tinte para el cabello.


Semillas de diente de león


Pasado mediados de diciembre permanecen floridos en Asturias los dientes de león (Taraxacum officinalis L.), planta cuyas raíces y tallos tuvieron un curioso aprovechamiento gastronómico y farmacológico hoy ignorado.

A las actuales flores no sé si las inclemencias invernales les dejarán lucir los finísimos globos de pequeños frutos con aspecto de gusanos rematados en un alto pico que sostiene los blancos vilanos en el alto. Esos que durante mayo, junio y julio cubren los prados y se dispersan por el aire al mínimo soplo.




Bayas de “Bryonia dioica”



La nueza (Bryonia dioica Jacquin) se le llama en algunas lugares de Asturias “uves del diañu”. Perdida la hoja de los árboles a los que trepaba con sus zarcillos, luce en este mes de diciembre sus atractivos racimos de bayas pequeñas, globulosas, rojas en la madurez, contenedoras de cuatro a seis semillas y de un potentísimo tóxico (la briotina) que se utilizó como purgante en medicina.
Los niños de las aldeas sabíamos que nunca, nunca se debían comer.




Cápsulas de bonetero (o evónimo) del Japón



En Asturias no es infrecuente encontrar asilvestrado este exótico arbusto (Euonymus japonicus Thynb.) originario de Japón, China y Corea, muy usado en jardinería.
Las flores son poco llamativas, pero algunas de sus lustrosas hojas perennes adquieren un color amarillo, sobre todo en otoño. Los frutos, con piel rosácea, encierran unas semillas blancas, grandes, protegidas por una capa carnosa roja.
Generalmente su multiplicación se hace por esquejes.


Bayas de acebo



Conocido en Asturias más como carrascu (Ilex aquifolium L.), los topónimos “acebal” son frecuentes en la región donde el árbol llega a formar pequeños bosques. Unos pies sólo tendrán flores mientras otros muestran a partir de octubre un fruto globuloso, del tamaño de un arvejo, liso, reluciente, escarlata, carnoso y dentro cuatro huesecillos triangulares. Estos frutos son purgantes, vomitivos y, en dosis no adecuadas, venenosos. La rama de acebo con sus bayas es símbolo navideño.


Exótico higo chumbo, con epílogo.


Extraña la presencia de una chumbera en la langreana ladera soleada y seca fuera de los límites de un huerto. Extraña aún más que en Asturias a finales de noviembre el fruto parezca gozar de un cierto grado de maduración, siendo planta “huida de cultivo”, tan lejos de su medio natural. ¿Producto de la globalización y del cambio climático?, ¿un indicio de un futuro mestizo? Con este exótico hallazgo acaba la corta serie dedicada a frutos otoñales asturianos silvestres y asilvestrados que deseo haya servido para algo. Felices Navidades, ¡cómo no!



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